Deuteronomio 33-34
33:2 Dijo:
Jehová vino de Sinaí,
y de Seir les esclareció;
resplandeció desde el monte de Parán,
y vino de entre diez millares de santos,
con la ley de fuego a su mano derecha.
33:3 Aun amó a su pueblo;
todos los consagrados a él estaban en su mano;
por tanto, ellos siguieron en tus pasos,
recibiendo dirección de ti,
33:4 Cuando Moisés nos ordenó una ley,
como heredad a la congregación de Jacob.
33:5 Y fue rey en Jesurún,
cuando se congregaron los jefes del pueblo
con las tribus de Israel.
33:6 Viva Rubén, y no muera;
y no sean pocos sus varones.
33:7 Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así:
Oye, oh Jehová, la voz de Judá,
y llévalo a su pueblo;
sus manos le basten,
y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
33:8 A Leví dijo:
tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso,
a quien probaste en Masah,
con quien contendiste en las aguas de Meriba,
33:9 Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto;
y no reconoció a sus hermanos,
ni a sus hijos conoció;
pues ellos guardaron tus palabras,
y cumplieron tu pacto.
33:10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
y tu ley a Israel;
pondrán el incienso delante de ti,
y el holocausto sobre tu altar.
33:11 Bendice, oh Jehová, lo que hicieren,
y recibe con agrado la obra de sus manos;
hiere los lomos de sus enemigos,
y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.
33:12 A Benjamín dijo:
el amado de Jehová habitará confiado cerca de él;
lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará.
33:13 A José dijo:
bendita de Jehová sea tu tierra,
con lo mejor de los cielos, con el rocío,
y con el abismo que está abajo.
33:14 Con los más escogidos frutos del sol,
con el rico producto de la luna,
33:15 Con el fruto más fino de los montes antiguos,
con la abundancia de los collados eternos,
33:16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud;
y la gracia del que habitó en la zarza
venga sobre la cabeza de José,
y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.
33:17 Como el primogénito de su toro es su gloria,
y sus astas como astas de búfalo;
con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra;
ellos son los diez millares de Efraín,
y ellos son los millares de Manasés.
33:18 A Zabulón dijo:
alégrate, Zabulón, cuando salieres;
y tú, Isacar, en tus tiendas.
33:19 Llamarán a los pueblos a su monte;
allí sacrificarán sacrificios de justicia,
por lo cual chuparán la abundancia de los mares,
y los tesoros escondidos de la arena.
33:20 A Gad dijo:
bendito el que hizo ensanchar a Gad;
como león reposa, y arrebata brazo y testa.
33:21 Escoge lo mejor de la tierra para sí,
porque allí le fue reservada la porción del legislador.
Y vino en la delantera del pueblo;
con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová.
33:22 A Dan dijo:
Dan es cachorro de león
que salta desde Basán.
33:23 A Neftalí dijo:
Neftalí, saciado de favores,
y lleno de la bendición de Jehová,
posee el occidente y el sur.
33:24 A Aser dijo:
bendito sobre los hijos sea Aser;
sea el amado de sus hermanos,
y moje en aceite su pie.
33:25 Hierro y bronce serán tus cerrojos,
y como tus días serán tus fuerzas.
33:26 No hay como el Dios de Jesurún,
quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda,
y sobre las nubes con su grandeza.
33:27 El eterno Dios es tu refugio,
y acá abajo los brazos eternos;
el echó de delante de ti al enemigo,
y dijo: Destruye.
33:28 E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola
en tierra de grano y de vino;
también sus cielos destilarán rocío.
33:29 Bienaventurado tú, oh Israel.
¿Quién como tú,
pueblo salvo por Jehová,
escudo de tu socorro,
y espada de tu triunfo?
Así que tus enemigos serán humillados,
y tú hollarás sobre sus alturas.
34:1 Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,
34:2 todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;
34:3 el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar.
34:4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá.
34:5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.
34:6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.
34:7 Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.
34:8 Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.
34:9 Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.
34:10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara;
34:11 nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra,
34:12 y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.
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